Montar un clásico del Siglo de Oro Español siempre será una espada de dos filos: por un lado, se tiene la ventaja de trabajar con un texto sumamente conocido pero, al mismo tiempo, esa familiaridad puede convertirse en una sombra en caso de no estar bien ejecutada.

Sin embargo, Teatro Círculo ha conseguido una creación balanceada cuya propuesta sigue prescindiendo (al igual que en sus montajes anteriores) de todo artilugio moderno y recae en el desempeño de sus histriones.
El director, Mariano de Paco Serrano, sale bien librado de la hercúlea tarea de articular un montaje minimal que apuesta por el verso y a su enunciación adecudada.
Puesto que un contexto moderno pareciera ser el ideal para esta icónica pieza de dramaturgo español Lope de Vega es pertinente recordar que es propio de los clásicos poder adaptarse a cualquier circunstancia que trasciende tiempo y espacio.
La audiencia neoyorquina presencia con Fuenteovejuna un montaje efectivo que ha destilado eficazmente la esencia de un mensaje para nada ajeno al siglo XXI.