En un contexto donde las tensiones sociales y políticas en Estados Unidos parecen más vigentes que nunca, el Museo Metropolitano de Nueva York inaugura una extraordinaria exposición titulada Grabados Mexicanos a la Vanguardia, que convoca a la reflexión a través de la fuerza visual de 135 obras seleccionadas de su vasta colección de casi 3 mil grabados mexicanos.
Los carteles que invitan a la lucha contra el fascismo y otras causas sociales no solo son una ventana a la historia de México, sino también un eco de las luchas contemporáneas en suelo estadounidense. Max Hollein, presidente del museo, destacó la relevancia de esta exposición al subrayar que estas obras “son reflejo de la tradición gráfica mexicana, profundamente impregnada de historia política y social”. Para Hollein, la exposición ilumina el poder del grabado como medio de resistencia y testimonio cultural.
La exhibición, curada por Mark McDonald, ofrece una narrativa que atraviesa la evolución del grabado mexicano desde mediados del siglo XVIII hasta 1960, incluyendo obras de maestros como José Guadalupe Posada, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La exposición se centra en el periodo de 1890 a 1945, destacando el impacto de la Revolución Mexicana y el Taller de Gráfica Popular, famoso colectivo que abrazó el arte como herramienta de cambio social.
Entre las piezas más icónicas, se incluyen las famosas calaveras de Posada, carteles en solidaridad con la Guerra Civil Española, y grabados que apoyaron movimientos populares y causas políticas. También resalta un par de obras inspiradas en la vida cultural afroestadounidense en Nueva York, como El Lindy Hop de Miguel Covarrubias y Vaudeville en Harlem de Orozco.
El curador McDonald describió el grabado como un “arte democrático”, muchas veces creado para ser efímero, desde portadas de periódicos hasta carteles y volantes que se dispersaban en las calles. Señaló que el grabado ha sido un medio clave para desafiar las problemáticas sociales y políticas, ofreciendo un invaluable registro visual de la historia de México, una tradición que sigue viva hoy en día.
La muestra no solo invita a los visitantes a recorrer siglos de historia gráfica, sino también a participar en una serie de actividades públicas como talleres, mesas redondas y conciertos. Además, el museo ha lanzado por primera vez un boletín bilingüe en inglés y español, ampliando el acceso a esta vasta herencia cultural.
Para quienes no puedan asistir en persona, la exposición está disponible en el sitio web del museo y se promueve a través de sus redes sociales con la etiqueta #MetMexicanPrints.