La leyenda del teatro de Broadway, Chita Rivera, falleció a los 91 años después de una extraordinaria carrera de 70 años en la industria del entretenimiento. Reconocida por sus 10 nominaciones y tres victorias en los premios Tony, Rivera se destacó inicialmente en 1957 por su papel de Anita en “West Side Story”, un personaje que luego interpretaría en la adaptación cinematográfica de 1961. La actriz, de ascendencia puertorriqueña, experimentó un reconocimiento tardío en 1975 al asumir un papel destacado en la primera producción de “Chicago”, obteniendo una nominación al Tony en 1976.
A lo largo de los años, Rivera participó en numerosos musicales, incluyendo “Guys and Dolls”, “Bye Bye Birdie”, “Can-Can”, “Merlín”, “Nine” y “El beso de la mujer araña”. Su versatilidad la llevó a interpretar una variedad de roles, consolidándose como una figura influyente en Broadway. Además de sus contribuciones a la actuación, Chita Rivera tuvo una carrera extensa en cine y televisión, recibiendo el Kennedy Center Honor en 2002 y la Medalla Presidencial de la Libertad en 2009 por su impacto en la cultura estadounidense.
A pesar de un grave accidente automovilístico en 1986, Rivera regresó triunfalmente a los escenarios, demostrando su resiliencia y pasión por el arte. Su vida personal también fue notable, con un matrimonio con el bailarín Tony Mordente y el nacimiento de su hija Lisa Mordente. Su legado incluye más de 30 papeles en Broadway y una destacada contribución a la diversidad en el mundo del espectáculo.
Descansa en paz, Chita Rivera, una verdadera leyenda del teatro que dejó una huella imborrable en la historia del entretenimiento.
